21 octubre, 2011

Agur ETA

10 octubre, 2011

Occupy NY!

... Algún día os contaré cómo conocimos a Paul Auster en la Morgan Library de Nueva York justo en los días en que estaba devorando “Brooklyn Follies”. También podría pasarme horas describiendo a todos los personajes que uno encuentra en la capital del mundo o descubriendo lugares espléndidos -y menos visitados- como el Prospect Park o el entorno de Bleecker Street. Precisamente aquí se toma la mejor hamburguesa de Nueva York, en el Corner Bistro, uno de los consejos del libro adictivo y legendario de Enric González. Y si vas por la 5ª Avenida con Madison, el restaurante donde trabaja nuestra amiga Leah, Fig&Olive, sirve tapas riquísimas en un ambiente elegante y desenfadado que resume parte del carácter new yorker: cosmopolita, heterogéneo y lenguaraz. Como opción más exótica y ajustada al bolsillo, aparte del hot dog a la vuelta de la esquina, la zona de Hell’s Kitchen resulta incomparable. Perdón, toda la ciudad es irrepetible. Y añado, como el periodista de referencia, que Nueva York se divide en tres estados: la Metrópolis –durante el día, el ritmo desenfrenado que reflejan las películas de Supermán-, Gotham –atmósfera de la noche inquietante, como en la saga de Batman- y Harlem –que, sencillamente, es Harlem, la espiritualidad y la música en las venas-. Un universo infinito de estímulos. Un enorme plató de cine con escenas por rodar. Una experiencia memorable cada jornada, cuando partíamos del Lower East Side hacia los rincones de la gran manzana, destinos improvisados o sugerencias de personas estupendas. Pero, en fin, no quiero centrarme, como escribía Holden Caulfield, en “todo ese rollo y demás puñetas estilo David Copperfield”, sino invitaros a viajar al epicentro del planeta. Times Square, Empire, Rockefeller, Central Park, la Estatua de la Libertad, el Soho, Little Italy, el distrito financiero, Broadway… Todo cambia constantemente en Nueva York: incluso la vanguardia y la memoria. No en vano alguien dijo que "cuando en NY son las tres en punto, en Europa son las nueve de diez años antes". Sin embargo, esta vez han llegado más tarde a la indignación social: el 15-M de allí se concentra en el movimiento "Occupy Wall Street", un latido de esperanza ante el tan denostado sueño americano, un azote sin fronteras al capitalismo salvaje. Así lo recordaba Michael Moore en la BookCourt de Brooklyn, otra coincidencia extraordinaria de las que solamente pueden ocurrir en NY. El afamado y subversivo director nos preguntó por la "Spanish Revolution!", espejo de la actualidad que analiza Paul Krugman en The New York Times. Y entre tanto, fallece Steve Jobs, el genial visionario que nos obligaba ser emprendedores y convertir en realidad los sueños creativos. Y aterrizamos en Madrid. Y me siento a ver "Manhattan" de Woody Allen. Y suena de fondo, tirando de clichés sibaritas, Frank Sinatra o el "Imagine" de John Lennon. Amazing!