La realidad

Regreso de este puente convulso y me encuentro con el día a día, los deberes, los imprevistos: la pasión por la paradójica rutina imprevisible. Me pongo en marcha. Enseguida tengo en la SER el "Y nos lo queríamos perder" que tan feliz me hace: gracias por acompañarme. Hoy no hay en Localia "La Coctelera", por asuntos electorales, pero para la próxima semana os espero. Anticipo cosas. Preparo otras. Me surgen ideas. Vuela la imaginación. Yecla ha sido un mar de lágrimas y un trampolín para el optimismo y el valor de la vida. La Universidad nos demostró que siguen existiendo personas enamoradas de esta profesión: no le digáis a mi madre que soy periodista (ella cree que trabajo de pianista en un burdel). Noemí es, sencillamente, admirable. Casi perfecta. Nuestro entorno, maravilloso. Siempre hay motivos para sonreír. Siempre nos quedará la gente, la cultura, el ocio e incluso la ficción. Ficción que la realidad supera.