20 agosto, 2007

Perdone, señora, que no me levante...

Groucho Marx murió hace treinta años. Pero sigue vivo y coleando gracias a su legado genial, apoteósico, imperecedero, agudo, ágil, descacharrante e inteligentísimo. Yo sólo os confieso que jamás perteneceré a un club que admita a personas como yo (o como Groucho) entre sus socios. In memoriam.