13 marzo, 2008

Volando voy, volando vengo...

Así se me pasa el tiempo. Últimamente, siempre digo que los días se me escurren entre los dedos sin poder atraparlos, como el agua en las manos: inasible, se desborda. La vida es lo único por lo que vale la pena vivir. Festejemos cada instante: los buenos y los malos, ¿no? Qué remedio. Ya es jueves y el fin de semana se asoma con picardía. La Semana Santa apunta algunas citas con la felicidad: lejos de las procesiones, con perdón (que ahora hay muchos más pecados). Entre todos vosotros y las aficiones, las vocaciones, los proyectos, los sueños, las necesidades y los pequeños detalles cual Amelie Poulain... suena una dulce melodía y, enseguida, echas la vista atrás y produce vértigo. Al final, tienen razón los puretas (ya llegaremos, que la juventud se cura con la edad) cuando afirman que, a partir de los veintitantos, todo esto vuela. Saludos desde las alturas. Cuidaos mucho. jgpalomo@hotmail.com