07 diciembre, 2006

A mi hermano

Hoy mi hermano me ha escrito, como casi todos los días, desde algún recóndito lugar del planeta. Sencillamente, Alberto, no olvides que te quiero y te admiro. A ti y a tus compañeros de viaje os deseo una feliz odisea. Traed en la memoria un manojo de recuerdos, direcciones y teléfonos para la próxima huida. Suerte y abrazos de todos. Te quiero, siamés.