28 agosto, 2007

Anexo

La sangre congelada, el corazón en un puño. El fútbol es un deporte bello, espectacular, democrático, brillante: media vida mía. Nada que ver con los negocios y los recovecos turbios, deplorables de quienes lo utilizan como mercadeo y no como un juego emocionante, capaz de unir a millones de personas. Nada que ver con la violencia de quienes acuden a los estadios sin decencia alguna. Nada que ver con aquello que difiere del hermoso terreno de juego, la sana competitividad, el tiki-taka. Nada que ver -nunca más- con las tragedias. Todos somos Antonio Puerta. El fútbol tiene un color especial. Lo sentimos profundamente. No hay palabras.