03 diciembre, 2007

Lunes intrépido... como todo lo demás.

No sé cómo resumir todo lo que hemos hecho desde el otro día hasta hoy. De momento, la jornada me regala los saludos virtuales de "Ojos de Brujo", que publican un libro con sus hazañas y entresijos musicales ("Los tripulantes de la nave bruja", de Emana Comunicaciones) y un acto para reivindicar el "Día Internacional por la Discapacidad": hay que eliminar las barreras arquitectónicas, que para mucha gente resultan vitales. Además, he recibido un grato mensaje de mi primo Jorge, un tipo apasionado de las aves (si no, mirad, mirad: www.jorgerubio.es). Y es que nos hacemos mayores y la agenda se carga de tareas que nos impiden vernos. Espero que las Navidades, a la vuelta de la esquina, nos reúnan a unos y otros. Siempre presumo de familia. Y el puente inmediato, Yecla prevé grandes risas y festejos. Nos lo hemos ganado, creo. Noemí y yo (supongo que tú, querido lector, también) nos marcamos un ritmo que ni los atletas del Cross Internacional de la Constitución, que cubrí ayer, domingo, sin descanso. Por cierto, el sábado fui al "Festival de Humor de Improvisación" en el templo de la carcajada inteligente (es decir, el Teatro Alfil) y mañana entrevistaré al coordinador de tamaño combate dialéctico; el miércoles, más cachondeo, información, sugerencias... No os perdáis "Y nos lo queríamos perder" (martes, miércoles y jueves, a las 15:10h en SER Madrid Norte; 89.6 fm). Ah, en mi amada Salamanca se han desatado unas manifestaciones inmensas, históricas, sensatísimas, ya que el alcalde (un señor que, con ciertas actitudes, no merece dirigir acaso la ciudad más bonita del mundo) subirá algunos impuestos hasta el 85%. De vergüenza y escarnio colectivo. Los estudiantes, representando a diversas asociaciones de vecinos, se han levantado en "armas democráticas" y decenas de miles de salmantinos han tapado las calles y la Plaza Mayor para gritar "¡Manos arriba, esto es un atraco!". Y es que desde lo del "archivo histérico", expolio intelectual de algunos sectores rancios, Lanzarote no sólo es el nombre de una isla preciosa, sino el símbolo de otros tiempos: los de quienes prohíben, por ejemplo, que las hordas impías que protestan -fíjate tú- por el incremento de tasas hasta niveles alarmantes no puedan acceder al balcón del Ayuntamiento para clamar justicia y equidad. Que la pela es la pela aquí y en la China Popular. Que con la pasta sólo se juega en Italia y en los casinos. Bueno, y en la Comunidad de Madrid, que pretende retrasar la ayuda prometida por el Gobierno para las viviendas de los jóvenes. A todos los políticos: ¡pensad más en la gente, la plebe, el pueblo llano y soberano! ¡Y nos lo queríamos perder! Salud, amigos.