21 mayo, 2010

Va por vosotros

Agradecido y emocionado... Así me siento en un mes que nos ha devuelto el calor huidizo mientras el polen noqueaba nuestros sentidos y este humilde blog acoge, cariño mediante, a más huéspedes formidables. Si bien la actualidad mediática, anclada en el gris, nos recuerda que cualquier tiempo pasado fue peor, un servidor ha gozado momentos de los que te reconcilian con la vida. Presentamos un concierto solidario en el Teatro Alcázar, templo escénico de una ciudad que hoy amas y mañana odias, aclamamos a San Isidro desde la radio en Madrid, acaso nostálgicos del espíritu yeclano, volvimos al ruedo futbolero para emular a los ídolos en buena compañía, reímos en noches de bohemia y de ilusión, celebramos los aciertos, aprendimos de los errores y cuidamos a nuestra gente: privilegio inconmensurable, apunto. Y entre tanto viaje y desvelo, a bordo del inquieto carrusel de obligaciones, con misteriosa eficacia mi álter ego me regaló una insuperable fiesta sorpresa de cumpleaños donde las palabras de gratitud de este cronista se quedan cortas como este mayo exultante. Y, queridos lectores, dicen que la emoción se contagia...

05 mayo, 2010

Máximas e inconsecuencias

Con todo lo que hay que hacer, agradezco que te entretengas conmigo. Todas las generalizaciones son falsas: incluida ésta. La gente más importante es la más sencilla. Me desmotiva la desmotivación general y me dan pena los agoreros. Recibo cada plan como agua de mayo, aunque a veces me desborde. Se puede escuchar un gran libro y leer una buena canción. Bienaventuradas las ilusiones porque algunas incluso se cumplen. Guardiola es al fútbol lo que Kant a la filosofía. El teatro es prácticamente lo único que no se puede bajar de Internet. La solidaridad y el humor se parecen porque nunca están de más. La radio es así y todo lo demás ruido o silencio. Nadie nos dijo que la vida fuera fácil y en ocasiones Nadie tenía razón. Cada vez que oigo la palabra “crisis”, me reafirmo como marxista: de los de Groucho. Amueblar una casa debiera ser un arte, a pesar de Ikea. La suerte está echada, pero soñamos con que se espabile. Creo que mi mayor éxito es rodearme de personas tan valiosas.
Y por alusiones, como el poeta, “quisiera hacer contigo lo que la primavera hace con los cerezos”.