29 enero, 2007

Apuntes de hoy

Feliz semana a todos. Estuve en Salamanca, celebrando la vida. Hice deporte. Leí mucho. Hablé más. Descansé poco. Vi buen cine. Disfruté con familiares y amigos. Me gustó la ceremonia de los Premios Goya. Por cierto, ¡Goya para Corbacho! Y añado: tenemos que dejarnos de victimismos y de complejos: en España hay películas excelentes y artistas que no tienen nada que envidiar a nadie. Y sobre la gala, igual: Wyoming, Buenafuente, los Sardá, Segura, Gomaespuma, Eva Hache, Fuentes, Corbacho... son espectaculares. No hace falta traer a Billy Cristal. El producto nacional bruto es muy inteligente. Hay sátira, humor de altura, ironía, parodias, crítica y emoción. No lo olvidemos: valoremos el arte de hacer bien las cosas. Y en los medios de comunicación, más, que la responsabilidad se acentúa. Pero yo quiero centrarme en una reflexión de estos días: mi amiga Nur, atentamente, me pidió que hablara sobre -quizá- el mayor dolor de los seres humanos: no poder ayudar a la gente querida que lo está pasando mal. Supongo que todos lo compartimos. Uno prefiere sufrir por los demás. Uno se entrega a los suyos. Uno desea que todo vaya viento en popa en su entorno. Uno procura apoyar a las duras y a las maduras a quienes lo necesitan. Uno, en definitiva, es consciente de que lo más importante es la felicidad de las personas. Así que... adelante. Sonríe aunque tu sonrisa sea triste porque más triste que tu triste sonrisa es la tristeza de no poder sonreír. Salud, abrazos y risas por doquier.