03 septiembre, 2007

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¡Buenos días! La Casa de Salamanca en Madrid trabaja desde hace mucho tiempo por la ciudad de ensueño. Uno desea que la rana de la suerte de la Universidad más antigua y bella de España les depare grandes proyectos, logros estupendos y un refugio adecuado donde celebrar sus actos. Todo por Salamanca. La gente que dirige este hogar de los salmantinos en Madrid lucha por reivindicar la importancia cultural y social de un lugar que enamora. Salamanca desprende arte por cada rincón. La Plaza Mayor es tan extraordinaria que cuando uno llega hasta allí se olvida de todos los males. El puente romano, las catedrales, el jardín de Calisto y Melibea, la Plaza Anaya, la Rúa Mayor, la calle Libreros, la Casa de las Conchas, la calle Compañía, la Clerecía, el río Tormes... ¡Son tantas y tantas muestras de sensibilidad, esplendor y sabiduría que no me quedan palabras para recomendaros que vayáis sin falta! Y, por si fuera poco, este fin de semana... arrancan las fiestas. Enhorabuena a los amigos de la Casa de Salamanca en Madrid por su labor: por su entrega absoluta. No sé vosotros: yo me voy enseguida a Salamanca. Nos vemos. Feliz lunes.