Tótum revolútum
Como Salinger, siempre quise ser guardián entre el centeno: retirarme un tiempo a parajes desiertos, reflexionar, cuidarme con sosiego y dibujar un paréntesis en este totum revolutum que es la vida. Pero no hay vuelta atrás: la espiral de proyectos, fuerza despiadada y entusiasta, nos envuelve a todos. Gracias por vuestra fidelidad al blog: cada día somos más los soñadores: dormidos o despiertos, qué más da. La imaginación al poder. Alea Iacta Est.