18 junio, 2008

Salvados... por el humor

Sé lo que hicisteis y, por eso, estamos salvados. Por la campana. Por el buen rollo. Por la distensión. Por la inteligencia. El intermedio en la -a ratos- asfixiante rutina llega con los grandes programas de humor, con la evasión, con la parodia y la hilaridad, caiga quien caiga. Y, en parte, gracias a La Sexta (aunque deba decirlo harto "deprisa", en círculos mediáticos). Anoche volvimos a alucinar con Buenafuente y su elenco. Además, estuvo el amigo Albert Espinosa -a quien conocí en mi programa "Y nos lo queríamos perder"- hablando de su libro "El mundo amarillo", otro himno al carácter positivo. Pero lo más cachondo, si cabe (y si no cabe, crema, con perdón), fue la reaparición del actor David Fernández (por Chiquilicuatre lo hallaréis) interpretando el personaje del presidente de Irán. Enorme. Presumiendo de "pelazo", evocaron al Puma y el gag que se marcaron me recordó a uno que hacemos en la SER para anunciar una serie de Localia. Me emocioné. Me reí. Me dormí con la sensación de que, gracias a los grandes artistas, a los cómicos, a las lecturas, al cine y la música, al arte y a mi gente, todo vale la pena. Y hoy me he despertado como nuevo. A salvo.