04 marzo, 2009

Gratitud y recuerdos

Anoche vimos un gran documental sobre Turquía, un país apasionante, encrucijada de culturas que sirve de puente entre Oriente y Occidente.
Alguien dijo que si el mundo fuera un Estado, la capital sería Estambul.
Pero en aquel viaje al corazón de las civilizaciones, nos trajimos un manojo de recuerdos, direcciones y teléfonos para la próxima huida. Allí conocimos a gente sensacional. ¿Os ha pasado que en poco tiempo congeniáis con determinadas personas como si os conocierais de toda la vida? Nosotros volvimos de aquel gran bazar de experiencias con una excursión pendiente: Las Palmas de Gran Canaria. Cuando uno vive el privilegio de la amistad auténtica, no hay que olvidar que se debe cuidar como a una planta: con tacto y, en este caso, con agua y sol. Que, por cierto, la capital también aguarda a nuestros anfitriones isleños cuando las obligaciones cotidianas nos dejen un respiro y ellos surquen el cielo rumbo a Madrid. O viceversa. De Madrid al cielo...
Marchando un té.