25 febrero, 2009

¡Zasca!

Hay momentos en los que la vida se embala de tal manera que la espiral de actividades puede contigo, te sobrepasa, la salud flaquea y necesitas frenar, respirar, meditar o que alguien te despierte del aturdimiento con un "¡zasca!", que diría aquél. Gracias por estar ahí. Por la complicidad. Seguiremos en plena forma. No hay tregua.