09 marzo, 2009

Im-presionante

El tiempo lo cura todo. El tiempo es inasible. El tiempo relativiza los impulsos. El tiempo es oro. La historia está repleta de intentos por atrapar eso tan etéreo como resbaladizo que se guía por las agujas de un reloj.
El fin de semana se ha acelerado, aunque –en honor a la verdad- debo decir que siempre anda pasado de revoluciones. La cita en Yecla nos ha devuelto la gran dosis de euforia en el momento preciso, demostrando que cada segundo hay que dedicarlo a quien más lo merece, a quienes nos acompañan y nos aprecian. A esas cosas que nos roban el sueño. A quienes nos dan lecciones con su ejemplo. A las alegrías compartidas.
Hoy, al amanecer, uno siente que lo bueno aguarda ahí fuera. Porque el tiempo pone a cada cual en su sitio. Porque lo que bien se hace, bien parece.
Gracias y que nos quiten lo bailao…
Feliz lunes. En dos palabras.