Recordando aquello del IVA

No ha mucho tiempo conté en la radio que, desde aquel libro de Woody Allen titulado “Cómo acabar de una vez por todas con la cultura”, no se recuerda tanta unanimidad para definir lo que está sucediendo en el teatro, el cine o las salas de conciertos. Y criticaba la subida de 13 puntos del IVA de las actividades culturales, que en septiembre de 2012 brincaba del 8 al 21 por ciento y ha mermado la capacidad de los creadores porque afecta directamente al bolsillo de la ciudadanía… Sí, me refiero a ese colectivo anónimo, etéreo y global que suele pagar el pato de los errores clamorosos procedentes de más arriba. Sin acritud.

Pues bien, he recibido la propuesta de Change.org para firmar por un impuesto reducido y conseguir así, entre todos, que se revierta la situación crítica que atraviesa el sector y que, cómo no, sigue generando una agitación cultural masiva (impagable el juego de palabras, lo sé). Y contrasto los datos por si las alarmas se dispararon sin sentido: en el último trimestre del pasado año el desplome económico de la cultura -en general- fue del 30% y los 300 millones de euros que esperaba recaudar la Agencia Tributaria con este entrañable IVA del 21% se quedan en la mitad. Moraleja: otro éxito propio de los visionarios que habitualmente desoyen las voces más acreditadas.

De modo que vuelvo al origen: me encantan las películas, las series, los libros, la prensa, las exposiciones, el teatro, la música… Considero que la cultura es un arma de destrucción (masiva, claro) frente a los abusos de poder y que, además, facilita un excelente entretenimiento. Por tanto, ¡defendámosla! Y hagámoslo antes de que se acabe la función.

Más info, entre otros sitios, aquí. ¡Gracias!