24 junio, 2013

Sobres

No, no voy a hablar del innombrable. He puesto este título como gancho. Gracias por picar el anzuelo. (Y, en serio, gracias por el seguimiento de esta web tan acogedora). La historia es que el otro día llegó una carta escrita a mano al buzón de casa y nos quedamos sorprendidos. De hecho, seguro que muchos tardáis en recordar cuál fue la última vez que recibisteis una, ahora que todos los sobres llevan el membrete de diferentes entidades y nadie manda nada de su puño y letra. ¡Normal, estando Internet…! Pero ojo al dato: la alegría de lo añejo y la autenticidad que desprenden las líneas, en este caso, de una amiga que vive en Escocia por mor de la crisis –más monstruosa que el famoso Nessie del lago- nos han regalado una sensación acaso olvidada e incomparable frente a los miles de mensajes que circulan cada día a nuestro alrededor.

Sin descubrir la pólvora, considero que desconectar del universo virtual o recuperar costumbres ancestrales bien merece un reconocimiento público. Porque nos han atrapado tanto en las redes sociales que, como escribía Jabois en El Mundo, “una de las ventajas de las nuevas tecnologías es que, al contrario de lo que pregonan, nos alejan sustancialmente de todos. Lo compruebo en el iphone, donde tengo a todo el mundo a mano precisamente para no tenerlo a pie; no hay modo, gracias al móvil, de que se acerquen sin previo aviso”. Y volviendo a las citas, esta vez de Vicent en El País: “¿Qué es hoy un adolescente sin teléfono móvil? Nadie”. Y atención a su atinada metáfora: “Los héroes de hoy, como los antiguos, también van armados con una lanza para matar al dragón que tiene cautiva a una bella princesa. (…) La lanza es el teléfono móvil, que concede al adolescente un gran poder”.

Bien, queridos lectores, esta semana abogo por sentirnos indefensos al menos durante un rato. Notando, paradójicamente (¿a quién no le ha ocurrido?), la vibración o el politono del móvil ¡sin llevarlo encima! Soportando con buen humor, mejor compañía y actividades al aire libre la ansiedad que genera acumular emails o llamadas perdidas. Viendo el fútbol o una película sin la tentación de consultar la pequeña pantalla o compartir conversaciones efímeras que nos distraen del aquí y ahora. Y si robamos unos minutos al reloj, ¿por qué no escribir una carta a la vieja usanza? ¿Por qué no volver a…? ¡Perdón, que me reclaman en Facebook! ¡Un fuerte abrazo!

4 Comments:

Blogger Unknown said...

Importante, que "es de bien nacido ser agradecido": la imagen está extraída de la web http://personales.mundivia.es. ¡Gracias y abrazos! ;)

24 junio, 2013  
Anonymous Anónimo said...

¡¡FELICIDADESSSS J!!

24 junio, 2013  
Blogger Unknown said...

¡Espectacular la "Fábrica de Experiencias"!
www.fabricaexperiencias.com

24 junio, 2013  
Anonymous Anónimo said...

http://abralagrava.wordpress.com

;-)

25 junio, 2013  

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